El verano trae calor, más horas de luz… y, muchas veces, una subida en las facturas de luz y agua. Pero no te preocupes: con unos cambios muy simples en casa, puedes mantenerte fresco, reducir tu consumo y ahorrar bastante dinero sin renunciar a la comodidad. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para empezar hoy mismo.


🔌 1. Adiós al stand by

¿Sabías que dejar los aparatos en modo stand by puede representar hasta un 10% del consumo de tu hogar? Televisores, cargadores, ordenadores o microondas siguen consumiendo electricidad aunque no los uses.
👉 Consejo: Desconéctalos o usa regletas con interruptor para apagarlos todos de una vez cuando no los necesites.


❄️ 2. Usa el aire acondicionado con cabeza

El aire acondicionado es uno de los grandes responsables del aumento de la factura en verano. Ten en cuenta que bajar solo un grado la temperatura puede aumentar el consumo entre un 4% y un 8%.
👉 Consejo: Mantén la temperatura entre 24ºC y 26ºC, baja persianas y toldos durante las horas de más sol y ventila la casa por la noche para refrescarla de forma natural. Con estos hábitos, puedes ahorrar hasta un 30% de energía.


🚿 3. Cuida el consumo de agua

En verano solemos gastar más agua: duchas frecuentes, piscinas y mayor uso en general.
👉 Consejo: Opta siempre por la ducha en lugar de llenar la bañera. Una ducha de 5 minutos puede reducir tu consumo mensual en hasta 3.500 litros de agua. Además, cierra el grifo mientras te enjabonas o lavas los dientes.


💡 4. Aprovecha la luz natural y cambia tus bombillas

Los días más largos son una oportunidad perfecta para apagar luces y aprovechar la luz solar. Además, si aún tienes bombillas tradicionales, es el momento de cambiarlas.
👉 Consejo: Las bombillas LED consumen 5 veces menos energía y duran 8 veces más. Una pequeña inversión que se nota mucho en la factura.


🧺 5. Usa los electrodomésticos de forma eficiente

Muchos electrodomésticos consumen más de lo que imaginas. Por ejemplo, el 90% de la energía de la lavadora se usa para calentar el agua.
👉 Consejo: Lava con agua fría o programas de 30ºC, llena la lavadora al máximo permitido y aprovecha las horas de menor tarifa si tienes discriminación horaria.


Pequeños cambios, grandes ahorros

Poner en práctica estos consejos no requiere esfuerzo ni inversión importante, pero sí un poco de constancia y conciencia. Verás cómo se refleja en tu bolsillo y también en el cuidado del medio ambiente.

¡Empieza hoy mismo y disfruta de un verano más fresco, sostenible y económico!